¿Qué son realmente las vacunas contra el cáncer?

¿Cuál es su estado actual y qué son realmente las vacunas contra el cáncer?

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Imagina el caso clínico: a Luisa, de 45 años, le detectan, en un examen rutinario, una protuberancia en uno de sus senos. Tras los correspondientes análisis, le diagnostican un adenocarcinoma que, por suerte, aún no se ha propagado al resto del cuerpo. En este momento, las posibilidades de tratamiento para esta persona irían, desde la cirugía local, hasta la quimioterapia. En un futuro, tras conocer hace poco los resultados de un ensayo llevado a cabo en una clínica de Minnesota, en Estados Unidos, podríamos sumar una nueva técnica a la ecuación: la vacuna contra el cáncer de mama.

Tras el análisis de diversos ensayos clínicos, la vacuna, desarrollada por científicos del mismo hospital, parece haber dado resultados en pacientes con la enfermedad en etapa temprana.

Después de 12 semanas de un tratamiento que, además de la vacuna, se apoyaba en estudios de sangre y exámenes físicos, se logró estimular el sistema inmunológico para que las células atacasen el núcleo del cáncer. Tres inyecciones la primera semana y cuatro la segunda fueron suficientes: tras evaluar a determinados pacientes, los resultados empezaron a ser favorables.

Vacunas contra el cáncer, una futura aplicación de la inmunoterapia

El tratamiento de cánceres comunes como el cáncer de mama específicamente mediante vacunas es todavía poco más que un proyecto prometedor: por lo general, las vacunas se centran en estimular las células T, técnica que, mediante inmunoterapia, ya ha demostrado su efectividad con otras enfermedades como la leucemia linfoblástica, el mieloma múltiple o la remisión de otros cánceres como el de próstata o riñón.

 Podemos decir, de esta forma, que lo que hoy se comienza a denominar como vacunas contra el cáncer no es más que una nueva aplicación de la inmunoterapia tradicional.  La razón de ser de la inmunoterapia, recordemos, radica en que nuestro sistema inmune tiene la capacidad de aprender a reconocer peligros, adaptarse y atacarlos.

La inmunoterapia, hasta investigaciones como la de los Premios Nobel de Medicina y Fisiología James P. Allison y Tasuku Honjo, tenía por delante un escollo que le impedía ser explotada en toda su plenitud. Porque en sus trabajos, estos científicos encontraron la forma por la cual nuestro sistema inmune, a veces, fracasa cuando ataca a las células tumorales: encontraron una serie de proteínas que lo frenan.

Así, inhabilitando la barrera que conforman estas proteínas, se abre un nuevo camino para los tratamientos con la inmunoterapia como epicentro. El desarrollo de próximas investigaciones que lleven esto a la práctica es una de las grandes esperanzas para el ámbito de la oncología; además de un factor crucial para la llegada a los sistemas sanitarios de aplicaciones basadas en la inmunoterapia como las cacareadas vacunas contra el cáncer 

Vacunas para la prevención del cáncer en la actualidad

No podemos olvidar que ya hoy en día existen una serie de vacunas que, indirectamente, tienen como fin curar el cáncer o asegurar que nuestro cuerpo no lo desarrolle. Uno de los principales tratamientos preventivos contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) es, precisamente, la vacunación. El VPH es una enfermedad que engloba a un grupo de más de 200 virus relacionados, que se transmite por contacto sexual y que, en determinadas ocasiones y dependiendo del tipo, puede causar cánceres como el de cuello uterino, de pene, vulva o vagina. 

Igualmente, encontramos disponibles vacunas que frenan la Hepatitis B, una potencial causa de cáncer de hígado. Estas vacunas se suelen administrar a los lactantes al nacer y posteriormente se completa el tratamiento a los seis meses de edad. Hoy, es una vacuna obligatoria en el calendario de vacunación español: solo así se ha conseguido que España esté entre los países con más baja endemia de hepatitis B y una prevalencia acumulada de un 0,8%.

El caso de la hepatitis C (VHC), por su parte, es, en algunos sentidos, opuesto al de la hepatitis B. Pese a ser una dolencia responsable de la muerte de más de 400.000 personas cada año y representar igualmente un importante factor de riesgo para el desarrollo de cáncer de hígado, aún no hay vacuna disponible. Algunas investigaciones recientes publicadas por la revista Journal of Virology, han demostrado eficacia tratando el genotipo 1; el más frecuente en España y causa, a nivel mundial, del 46% de las infecciones. Los resultados de estas nuevas vacunas no están cerrados y se complementarán próximamente con ensayos clínicos en personas.

 

Referencias:

Clínica Mayo-Clinic

Mayo Clinic Minute: Vaccine being tested may help prevent breast cancer

Prueban con éxito una vacuna contra el cáncer de mama

Vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH)

 

 

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